Aprender es una actividad que hacemos durante toda nuestra vida. Desde la infancia, se nos enseña a leer, escribir y contar, y vamos adquiriendo nuevos conocimientos conforme crecemos. Sin embargo, a medida que pasan los años, el proceso de aprendizaje puede volverse más difícil y menos emocionante. A menudo, nos encontramos luchando por entender un nuevo concepto o memorizar información para una prueba. Pero eso no significa que no puedas divertirte mientras estudias. De hecho en nuestra universitaria en Granada creemos que ¡aprender puede ser muy divertido!
La clave para divertirte mientras estudias es encontrar maneras que lo hagan interesante y emocionante para ti. No todos aprendemos de la misma manera, por lo que es importante identificar tu estilo de aprendizaje. Algunas personas son aprendices visuales, lo que significa que aprenden mejor viendo gráficos e imágenes. Otros son aprendices auditivos y entienden mejor la información al escucharla. Y aún otros son aprendices kinestésicos, lo que significa que necesitan hacer cosas con sus propias manos para entender cómo funcionan las cosas.
Una vez que hayas identificado tu estilo de aprendizaje, puedes buscar formas de estudiar que sean más efectivas para ti. Si eres un aprendiz visual, por ejemplo, podrías hacer mapas mentales o diagramas para ayudarte a recordar información. En caso de que seas un aprendiz auditivo, podrías grabar tus notas y escucharlas mientras caminas o cocinas. Si eres un aprendiz kinestésico, podrías hacer modelos en 3D o juegos que te permitan manipular objetos físicamente.
Otra forma de hacer que el aprendizaje sea más interesante es establecer metas claras y alcanzables. Cuando tienes una meta clara en mente, te motivas a trabajar hacia ella y a mantener el enfoque mientras estudias. Asegúrate de que tus metas sean realistas y específicas. Por ejemplo, si estás estudiando para un examen de matemáticas, tu objetivo podría ser aprender una fórmula o resolver un problema complejo.
No te limites a los libros de texto y apuntes de clase. Busca recursos educativos creativos, como videos educativos, juegos interactivos, podcasts, etc. Hay muchos recursos disponibles en línea que pueden hacer que el aprendizaje sea más divertido y emocionante. Por ejemplo, puedes buscar canales de YouTube que expliquen conceptos complicados de manera fácil de entender, o jugar videojuegos educativos que te enseñen sobre historia o ciencias.
El entorno en el que estudiamos también puede influir en nuestra disposición para aprender. Si estudias en un ambiente incómodo o poco inspirador, es posible que encuentres difícil concentrarte y mantenerte enfocado. Por lo tanto, es importante crear un ambiente de estudio adecuado. Asegúrate de que estás estudiando en un espacio cómodo y agradable, con buena iluminación y aire fresco. Decorar tu espacio de estudio con elementos que te gusten, como plantas, fotos o posters inspiradores, también puede ayudar a que te sientas más inspirado y motivado.
Tomar descansos regulares durante las sesiones de estudio también es muy importante. Establece intervalos para descansar durante tu sesión de estudio, incluso si solo son unos minutos. Levántate, camina alrededor y estira tus piernas. Esto puede ayudarte a recargar energías y evitar la fatiga mental. También es importante cuidar tu salud física y mental en general, comiendo bien, durmiendo lo suficiente y haciendo ejercicio regularmente.
Finalmente, aprender con amigos puede ser una forma excelente para divertirte mientras estudias. Trabajar juntos para resolver problemas o discutir temas puede hacer que el aprendizaje sea más interactivo y emocionante. También pueden compartir recursos educativos que hayan encontrado útiles y apoyarse mutuamente en su proceso de aprendizaje.